En la música, el trabajo duro acostumbra a premiarse con un público fiel y entregado. Sucede así cuando hablamos de M Clan, que tras más de 20 años de carrera, su directo parece más fresco que nunca. La banda de Carlos Tarque (voz) y Ricardo Ruipérez (guitarra) abarrotó la Plaza de España con una actuación llena de garra, compenetración y porte sobre las tablas.
Bien puntuales, los de Murcia daban la cara ante un público vacilante en las primeras canciones. Esta sensación fue desapareciendo a medida que el empuje de la banda arrancaba silbidos, aplausos y alguna que otra proposición indecente para Tarque. El frontman se gusta en cada nota que sus compañeros dan, y responde con un juego de pavoneos, gestos y ademanes que bien podrían hermanarlo a Rod Stewart, Chris Robinson o Wilson Pickett, alumnos de su misma escuela coreográfica. Más allá de 'Carolina', 'Llamando a la tierra' o 'Quédate a dormir', el conjunto ha construido un setlist sólido y certero, de corazón soul-rock, donde cada uno de los miembros brilla por si mismo sin dejar que la identidad de la banda se pierda. Más sabe el diablo por viejo que por diablo y, M Clan, aunque bastante diablos en los momentos más incendiarios del concierto, tienen un brillo que solo la experiencia, la ilusión y el esfuerzo otorgan. Nunca se han ido, siempre han estado y, visto lo visto, parece que tienen cuerda para rato.
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